1.2.12

¿Sabes? Habrá cambiado mi sonrisa, pero no mis ganas de sonreír. Habrá cambiado mi forma de vida, pero no las ganas de vivirla. Podría cambiar mi mirada, mis manías e incluso mis amigos; pero no el brillo que mis ojos tienen cuando pienso en ti, ni mis maneras de decirte te quiero, y tampoco se irán mis importantísimos puntos de apoyo. Ya ves... pueden cambiar muchas cosas, pero no del todo. Y, con esta misma regla, no va a cambiar lo que siento por ti, ¿O sí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario