1.2.12

¿Qué no beba, no fume, no me drogue, no llore por gente que no merece la pena? Perdona, pero yo me bebo el mundo, me fumo la felicidad y me drogo con tus caricias. Y, si tengo que llorar por alguien, será porque lo necesito. Y nadie me va a decir que no lo haga. Ahí lo dejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario